Pueblos hermanos

Porque me faltan los míos
me sobran en la mirada
rincones, campos y ríos

Estos versos del poeta F. Javier Cano Expósito, primer premio del IV Concurso de Poesía Breve Cuidad de alcaudete 2012, me han hecho meditar acerca de la emigración y sus efectos. En las décadas de los 50, 60 y 70 del siglo anterior, en nuestro municipio se produjo, como todos sabemos, una sangría humana de dimensiones incalculables que entonces no alcanzábamos a ponderar y cuyas heridas sociales aún no han cicatrizado completamente. La marcha de miles de alcaudetenses supuso un proceso de cambi y pérdidas que implicaba iniciar, para muchos, una nueva vida lejos de su tierra, con otras gentes, en otra cultura y desarrollar en ella las actividades de su vida cotidiana. Iban a la conquista de un futuro mejor. Aquí dejaron amigos, hermanos, padres, esposas e hijos, todos repletos de ausencias y recuerdos.

Han pasado los años, y gracias a aquel proceso migratorio, aquellas tierras de acogida y nuestra tierra de emigración, están ahora hermanadas. En Cataluña, concretamente en Manlleu, Santa Margarita de Montbuy, Santo Hipólito de voltregá y Las Masías de Voltregá, aún existe una amplia colonia de alcaudetenses que hasta allí emigraron, siendo esta la causa fundamental por la que estamos hermanados con aquellas localidades de las comarcas de Osona y LÁnoia, ambas de Barcelona.

Recientemente una delegación del Ayuntamiento se ha desplazado hasta allí para fortalecer el hermanamiento entre nuestros pueblos y, como siempre, ha sido una experiencia inolvidable y reconfortante. Es difícil describir el respeto, el cariño, las atenciones, los cuidados con los que somos recibidos. Quiero expresar mi gratitud a las corporaciones locales que encabezan Sergi Vilamala (alcalde de Masias), Pere Prat (alcalde de Manlleu), Teo Romero (Alcalde de Santa Margarita) y Xavi Vilamala (alcalde de San Hipólito). Gracias por esos días de intensos afectos, de abrazos ininterrumpidos, abiertos y compartidos con los que nos han obsequiado durante nuestra estancia en sus localidades.

La realidad catalana es compleja. Muchos de los emigrantes alcaudetenses se sienten desconcertados y temerosos. La incertidumbre e inestabilidad se cierne sobre sus cabezas precisamente ahora, cuando ya no están a tiempo de iniciar otro proyecto de vida. Se encuentran a merced de los vaivenes políticos y su incomprensión de la situación actual les lleva a la intranquilidad y, a veces, a la zozobra. Muchos me lo dijeron: ¿qué va a pasar?, otros, abiertamente, manifestaban su deseo de volver a Alcaudete si pudiesen. No soy quién para opinar, pero creo que la sensatez nunca debería perderse porque es una estrecha vereda que transcurre por la cima de una montaña peligrosa, entre abismos, y, en este caso, entre concepciones opuestas y distintas que ven la misma realidad de forma diferente.

Desde Alcaudete, deseo manifestarles a nuestros emigrantes de allí, y a sus familiares de aquí, que compartimos su inquietud, que no olviden que estamos a su lado y que siempre serán algo nuesro porque los sentimos como nuestros.

Se nos acaba este 2012, es hora de balances y reflexiones, seguramente para muchos de nosotros no ha sido el mejor año. Las dificultades a las que nos enfrentamos son enormes y muchas familias duermen co nla inquietud como indeseable compañera de cama. Vaya hacia ellos mi más profundo afecto en estas ifestas que se aproximan.

Feliz Navidad y venturoso 2013, para todos, pero en especial para los desempleados, para los desahuciados, para los necesitados, para los enfermos, para los apenados. Que vuestros corazones tengan motivos para la esperanza durante los 365 días del año que comienza. Un abrazo.

 

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