En la Sala Capitular se reunía la comunidad de freires en época medieval (esto es, los caballeros o sacerdotes de la Orden Militar de Calatrava), para hacer el capítulo. Hacer el capítulo consistía en leer o recordar las normas de convivencia de la orden, como la Regla de San Benito, y finalizaba con un acto de confesión pública de los monjes que deseaban acusarse a sí mismos de sus faltas.

La Regla de San Benito no era más que una serie de exigencias que los monjes debían cumplir, tales como la obediencia, el silencio, la humildad, cómo debían dormir, los salmos que debían rezar, las clases de monjes o rango que ostentaban.

La sala capitular también se usaba como comedor o refectorio. Las mesas estaban alineadas a lo largo de las paredes, y los monjes se colocaban según su rango. Comían en silencio absoluto, solo roto por el capítulo que se leía.

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