El edificio que un día fuese el Convento Jesús María consolida su estructura día a día, algo que parecía impensable por la gravedad de su estado hace meses. Aunque hay partes y elementos que inevitablemente se perdieron con el paso de los años, lo que restaba del inmueble en el momento de su cesión se ha podido salvar, en su mayoría, excepto algún muro de tapial imposible de conservar en los patios. De todo el proceso se está llevando unadocumentación y evaluación constante. Ahora el objetivo primordial es salvar su estructura de mayor valor patrimonial, acción que quedará finalizada si no hay contratiempo en los próximos meses, y con la que una primera fase, la de salvaguardar los elementos arquitectónicos y limpieza, estaría prácticamente finalizada. A posteriori, queda un proceso de recuperación muchísimo más largo de recuperación esepecífica.

La cubierta y su impermeabilización impedirá el filtrado de agua, principal causa de deterioro, y la apertura de los muros laterales, que estaban cediendo de manera preocupante. Hasta la fecha, se han invertido más de 160.000 € en el inmueble. Únicamente la estructura de hierro de la cubierta y su instalación supondrá un coste de 30.000 €, siendo la diferencia de la anterior cantidad, el correspondiente a las obras de emergencia llevadas a cabo en los últimos meses, en las que también se incluyen la inserción de toda una nueva red de saneamiento para canalizar la humedad de todo el inmueble, que carecía de los mismos.

Por otra parte, prosigue a buen ritmo la adaptación de una parte de los terrenos traseros en un aparcamiento de desahogo para la Calle La Mina, contemplando esta obra un vallado parcial de la zona, nivelación, nuevo firme, iluminación, y otras mejoras, como el apuntalamiento de algunos muros colindantes. Esta obra supone una inversión de más de 20.000 €, incluyéndose dentro del Plan de dinamización económica a causa de la COVID-19.

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