El Plan Director Castillos y Murallas de Alcaudete está listo para ser operativo tras casi un año de redacción, habiéndose aprobado dicho texto como marco y guía de cara a las futuras actuaciones de recuperación y puesta en valor del conjunto monumental que forman castillo y sus círculos de murallas.

PUEDE CONSULTARSE EN EL SIGUIENTE APARTADO DE LA WEB: PLAN DIRECTOR DE CASTILLO Y MURALLAS

Su redacción ha supuesto un arduo trabajo de estudio e investigación en el que han intervenido profesionales de distintas disciplinas. El equipo ha estado formado de la siguiente manera: 

Dirección y coordinación: Sebastián Manuel Rueda Godino. Arquitecto por la Universidad de Granada y Máster Universitario
en Arquitectura y Patrimonio Histórico de la Universidad de Sevilla y el Instituto Andaluz de
Patrimonio Histórico. Colegiado N.º 4964 del COA GRANADA.

Equipo técnico de arquitectura y restauración:
Jesús R. Rubia Rísquez. Arquitecto.
Juan Antonio Marín Granados. Arquitecto.
Abel Chaves Estarli. Arquitecto.
Antonio Lozano Mercado. Arquitecto Técnico y Graduado en Ingeniería de la Edificación.
Rafael Pérez Moreno. Licenciado en Bellas Artes especialidad de Restauración.


Equipo técnico de topografía:
Antonio Espinosa Sánchez. Ingeniero Topógrafo.
Carlos Pascual Acebes. Graduado en Ingeniería Geomática y Topografía.


Equipo técnico de arqueología e historia:
Juan Carlos Castillo Armenteros. Arqueólogo, Catedrático de Historia Medieval.
José Luis Castillo Armenteros. Arqueólogo.
Mercedes Navarro Pérez. Arqueóloga.
Mª Victoria Gutiérrez Calderón. Arqueóloga.


Equipo técnico para la gestión cultural:
Antonio Salas Sola. Historiador del Arte y Gestor Cultural.


Equipo técnico de diseño gráfico y audiovisual:
Antonio J. Jímenez García. Arquitecto.
Teresa La Rosa Azaustre. Arquitecta.

 

Se trata de un compendio muy extenso del estudio del estado actual del recinto fortificado de Alcaudete. Este conjunto histórico monumental se emplaza en el margen oeste del casco urbano sobre la colina que comprende una extensión de terreno que alcanza unas 5,5 ha, con singular orografía a la que se adapta perfectamente, y que ha sido estudiada con escaneados láser con precisión tal que solo deja margen de error de 4 mm.  El estudio abarca las tres líneas de fortificaciones que existen: alcázar, antemuro o barbacana y un anillo inferior o muralla urbana. El castillo se coloca en la parte más elevada del recinto, dominando la ciudad y con una ubicación estratégica que le permitía el control de los territorios de la comarca, con una superficie aproximada de 4100 m2.


Aunque la muralla urbana está desaparecida en la mayor parte de su trazado, se conservan una serie de tramos que quedan integrados dentro del parcelario urbano y adosados en su mayoría a edificaciones existentes a lo largo de las calles: Progreso, Paco el Arriero, Pontanilla, Carnicería y Plaza Veintiocho de Febrero. El circuito de muralla partía de la actual Plaza Veintiocho de Febrero, en cuyas inmediaciones se encontraba la puerta que fue desmantelada para instalar en sus inmediaciones el Arco de la Villa. El lienzo discurría por las medianerías de las viviendas emplazadas entre la calle Carnicería y General Baena, conformando un acentuado desnivel entre la zona extramuros e intramuros. El perímetro alcanzaba la calle Barrera para continuar a espaldas del antiguo Hospital de la Misericordia hasta alcanzar una amplia zona no urbanizada en torno al Carril del Toril, donde se han perdido casi todos los vestigios. Los restos conservados arrancan de nuevo desde una torre de planta rectangular situada al inicio de la calle Paco el Arriero, continuando por las traseras de las casas de esta vía. La muralla continúa ascendiendo por un espacio no urbanizado donde se emplazó la Puerta de Santa Ana. Tras ello desciende hasta las traseras de las casas de la margen derecha de la calle Progreso para alcanzar de nuevo la parte trasera del Ayuntamiento y el Mercado Municipal de Abastos. Además de estas dos puertas, el recinto debió de contar con algunas más, así como portillos, desconociéndose su número y forma.

La ejecución del proyecto de restauración y recuperación del Castillo de Alcaudete ha sido progresiva, concentrando los esfuerzos en cada fase con el fin de gestionar no solo su apertura e interpretación sino también su aprovechamiento público orientado a la difusión del patrimonio, en convivencia con los trabajos arqueológicos y con la adecuación del resto de espacios. Del mismo modo que se ha trabajado de forma continuada con la consolidación, restauración e interpretación hasta la actualidad, el Plan Director planteará los retos del futuro en el sentido de la recuperación y puesta en valor del patrimonio arquitectónico que aún queda. 


En contraposición, la muralla urbana se encuentra en un pésimo estado de conservación, agravado por la acción antrópica, ya que el abandono de esta provocó su utilización como canteras para abastecimiento de materiales para las nuevas construcciones; además de utilización de la muralla como muros de contención o medianeros de edificaciones residuales. Estos hechos sumados a la acción de los agentes climatológicos y biológicos han provocado su situación actual, necesaria de intervenciones específicas para da uno de los tramos que hoy día se conservan.


En 2003, la Delegación Territorial de la Consejería de Cultura en Jaén, encargó a los arquitectos Carlos y Clemente Porras Funes, la redacción de la ficha diagnóstico de las murallas de la ciudad de Alcaudete, la cual tienen por objeto, la primera toma de contacto con estos elementos, para la puesta en valor de las estructuras y de los espacios que comprenden, así como evitar exponer al peligro de desplomes las propiedades y las vidas de las personas de sus inmediaciones. Desde la redacción de dicho documento únicamente se han realizado tareas de consolidación y reparación puntual en los tramos cuya urgencia lo ha requerido, no llegándose a elaborar trabajos específicos para su recuperación global ni parcial.


Con estos antecedentes descritos, el conjunto defensivo de Alcaudete hoy reúne un catálogo amplio de situaciones a resolver y de desafíos a afrontar. Como parte indisoluble de la ciudad tiene como reto ocupar un lugar preferente como equipamiento turístico-cultural y social de la ciudad; convirtiéndose en un modelo de defensa de un paisaje cultural cuyo entorno que ha sido amenazado por el abandono, su expolio y la edificación parasitaria. Para cumplir con estos retos y con las nuevas directrices y expectativas impulsadas desde el Ayuntamiento de Alcaudete se hace necesario la elaboración de un documento gestor, con una visión estratégica y multidisciplinar que
recoja los trabajos realizados durante estos años y los proyecte hacia futuro en un nuevo el modelo de gestión que defiende el Plan Director.

El mismo habrá de devolverse aprobado por la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, momento en el cual será presentado a la ciudadanía del municipio para su conocimiento.

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