El pasado domingo la familia Marti Granados firmaba el acuerdo de donación por el que generosamente entregaron esta bellísima pieza textil al patrimonio alcaudetense. A este acto asistía Dª Nina Marti Granados, nieta directa de la propietaria de este vestido de nupcias, junto a toda su familia, el Concejal de Patrimonio D. José Rafael Palomino Pérez, la Concejala de Cultura, Turismo y Deportes Dª Yolanda Caballero y el Alcalde D. Valeriano Martín, junto a más ediles locales. El acto sirvió como reapertura del Centro de Recepción que en los últimos meses ha experimentado obras de mejora.

Se trata del vestido de novia de Dña. Cristobalina Torres Romero, natural de Alcaudete, madre de D. Víctor Martí Torres, padre de la donante, Nina Martí Granados y familia. Dicho vestido está realizado por la modista Manuela Mazzuco de la Calle Madre de Dios n.º 4 de Jaén. Dña. Cristobalina Torres Romero contrae nupcias el día 09/07/1899 en la Iglesia de Santa María la Mayor de Alcaudete, por lo que se entiende que el traje debe ser de esa fecha o anterior. Ha sido restaurado por Dña. Montse Sancho Rodríguez en Madrid, diseñadora de vestuario de cine y televisión desde hace más de 25 años . Dicha restauradora ha diseñado el vestuario de películas como Celda 211 y series de televisión tales como: Bandolera, La otra Mirada, la caza Monteperdido o La caza Tramuntana. Tiene una nominación a los premios Goya por “Hotel Danubio” y el premio Mestre Mateo de la academia audiovisual de Galicia por “Celda 211”. Es experta en patronaje del s.XIX y una apasionada de la restauración, compostura y reproducción de indumentaria de época.

El traje es un vestido de novia de finales del s.XIX confeccionado en tafetán de seda, con aplicaciones de pasamanerías y puntillas de algodón. El traje en cuanto a estructura se encuentra en perfecto estado, a pesar del lógico desgaste del tiempo en hilos y costuras. Su labor de restauración consistió en reforzar esta estructura con forros y entretelas ya que su delicado estado impedía zurcidos. El delantero del corpiño está reforzarlo con piezas de plumeti porque era imposible zurcir o entretelar. Los remates, costuras y repasos están hechos todos a mano. La pasamanería que ribetea todos los faldones está recuperada en la medida de lo posible; se encuentra desenredada y repartida para que no queden huecos, toda hecho a mano. El encaje plisado que adorna el bajo está repasado y zurcido también a mano. La cinturilla de la falda, está rehecha con piezas interiores. Las puntillas de la enagua blanca se tuvieron que zurcir y se cambió el entredós porque estaba completamente deshecho por el paso del tiempo. Como el vestido carecía de su estructura de ballenas original para sostener el polisón, la restauradora hizo un nuevo cojinete o “tontillo”. Esta pieza era el sistema más humilde y efectivo que se utilizaba para sustituirla de manera que el polisón (la parte abultada de la espalda tanto del cuerpo como de la falda,) pueda tener su volumen característico de finales del s. XIX.

El color negro se debe como primera hipótesis a un uso costumbrista de dicho color para las bodas de esa fecha, aunque la familia refiere un posible luto ante una muerte prematura de la primera mujer del contrayente de Dña. Cristobalina Torres Romero. 

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